En diálogo con el gerente de Minería de Sika, Luciano López, revela el trabajo que desarrollan en Perú, en particular proporcionando a las principales operaciones mineras un shotcrete de alta calidad y especialmente preparado para las condiciones de cada mina.

 ¿Qué posición ocupa la operación peruana de Sika dentro del negocio de minería a nivel global?

Sika a nivel global adquirió MBCC Group, trayendo consigo cambios importantes también para nuestras operaciones en Perú. Desde entonces, operamos a través de dos razones sociales: Sika Perú y Sika MBCC, que pronto adoptará el nombre Sika Concrete, reflejando mejor su enfoque. 

En este contexto, para Sika MBCC, la minería tiene un gran peso a nivel global y, localmente, nos hemos posicionado como la segunda operación más relevante en el mundo en crecimiento y participación en el sector dentro de Sika, solo detrás de Canadá.

En Perú llevamos más de 20 años empujando el desarrollo tecnológico del shotcrete en minería, donde avanzamos bastante y, ahora, queremos que el país sea visto como un centro tecnológico de concreto y minería dentro del grupo Sika. La idea es seguir innovando y traer nuevos equipos y desarrollar nuevas propuestas que permitan planificar mejor, reducir riesgos y proteger las inversiones de nuestros clientes, siempre aumentando la seguridad de las personas. 

 ¿Cuáles son los principales esquemas para proveer shotcrete en minería? 

En minería subterránea el shotcrete es clave para brindar soporte en las excavaciones. Hay dos formas principales en las que participamos: o bien la mina nos compra directamente nuestros aditivos y gestiona su propio concreto con plantas internas; o bien, un contratista se encarga de todo el proceso, desde la producción hasta la aplicación misma del shotcrete. 

Es cierto que ambos esquemas funcionan, pero creemos que contar con especialistas en aplicación suele traer mejores resultados porque, al final, la mina debería enfocarse en su negocio principal que es extraer mineral al menor costo posible. De esta manera, dejar el soporte en manos expertas permite liberar esos recursos valiosos que pueden dirigirse a la exploración y/o planificación. 

¿Podría comentarnos quiénes son algunos de sus clientes? 

La minería ha estado muy activa en Perú en los últimos meses y, desde 2025, hemos participado en varias licitaciones. Entre nuestros clientes están algunas minas importantes como Volcan, Buenaventura, Poderosa, Marsa, Consorcio Minero Horizonte, Santa Luisa, Beatas y Hochschild. Además, trabajamos con contratistas como Unicon o AESA, que pertenece al grupo Breca con quien trabajamos en Raura y San Rafael. 

 ¿Qué diferencia al shotcrete de otros concretos y qué tipo de acompañamiento técnico brindan a sus clientes? 

Lo que diferencia al shotcrete del concreto tradicional es en cómo se aplica. En lugar de verterlo sobre un encofrado, este se lanza con aire comprimido directamente a la superficie y, para evitar que el material rebote y se desprenda, se le añade un acelerante de fraguado en la salida del equipo para ayudar que el concreto se adhiera al instante. 

El cemento más usado en shotcrete es el tipo I porque reacciona rápido con el agua y permite avanzar más rápidamente en las obras. Si se usara un cemento con adiciones, el proceso sería más lento y costoso porque requeriría más material y aditivos. 

Nosotros vendemos fibras, superplastificantes y acelerantes libres de álcalis, pero el valor va más allá porque damos acompañamiento técnico desde el inicio: visitamos la cantera, analizamos la arena, que muchas veces viene con impurezas como limos o arcillas, y evaluamos cómo interactúan los agregados locales con el cemento y los aditivos. 

Por otro lado, gracias a nuestro centro tecnológico local, podemos hacer ensayos específicos con materiales traído de distintas zonas del Perú para adaptar nuestros aditivos a las condiciones particulares de cada mina. 

¿Cuáles son algunos de los desafíos que ven en su rubro y cómo los enfrentan? 

En los últimos años la arena se ha vuelto una problemática. Por ejemplo, en Europa, prácticamente ya no hay disponibilidad de arenas naturales, por lo que se han comenzado a usar aditivos que remplacen su función dentro del concreto. En Perú todavía contamos con algunas arenas, pero son “complicadas” por su composición. Aquí las fibras también juegan un rol fundamental dentro del paquete técnico que ofrecemos y hemos invertido y desarrollado en una planta de producción local de fibras diseñadas con tecnología de punta proveniente de Alemania y Estados Unidos de América, que permite a nuestros clientes acceder a esta tecnología sin tener que mantener grandes inventarios o depender de importaciones constantes.

 Ser parte de una empresa transnacional con presencia en más de 100 países nos da acceso inmediato a soluciones que ya han sido probadas en otras regiones.