En el Jueves Minero del 17 de noviembre, que se sumó a Rumbo a PERUMIN Centro, se estimó que actualmente 600 mil personas formarían parte de la minería no formal y ocuparían casi la quinta parte del territorio nacional, lo que por su magnitud también constituye una oportunidad para aplicar innovación tecnológica y desarrollar responsabilidad social.

Al respecto, el gerente del Programa MAPE de la organización Solidaridad, Mauricio Winkelried comentó que este cambio podría ser impulsado por la gran y mediana minería formal, por sus conocimientos técnicos y capacidad de financiamiento.

“La minería ilegal debe ser erradicada, pero no la que tenga voluntad de formalizarse o esté ya involucrada en el proceso, pues es la principal fuente de ingresos para un importante sector de la población. Así que debemos crear los mecanismos para que se convierta en una actividad responsable y sostenible”, indicó.

Por su parte, el coautor, junto a Carlos Basombrío y Ricardo Valdes, de los libros La minería no formal en el Perú y Las economías criminales, Dante Vera reveló que las actividades al margen de la ley en el Perú, representan unos US$ 6,507 millones. Entre las que destaca la minería ilegal de oro que mueve más de 1,777 millones. 

En ese sentido, advirtió que si todo continúa tal como ahora –con un Estado débil, con informalidad y economías paralelas–, en un futuro próximo podríamos seguir el camino de Ecuador o Colombia, lo cual sería un grave riesgo para la seguridad nacional.

A su turno, el presidente de la Federación Nacional de Pequeños Productores Mineros y Mineros Artesanales del Perú (Fenamarpe), Celso Cajachahua afirmó que no solo la gran y mediana minería enfrentan últimamente problemas con las comunidades.

“En las zonas donde operamos los mineros pequeños y artesanales en vías de formalización, también hay presencia de pobladores que vienen y se meten a trabajar. Les aconsejamos que deben cumplir con ciertos requisitos que exigen las autoridades, pero no les interesa y nos quieren sacar del lugar”, remarcó.

Finalmente, el consultor de SRK Consulting, Antonio Samaniego sostuvo que es necesario impulsar la actividad minera formal y moderna en nuestro país, desde la gran hasta la pequeña minería, ya que la industria en sí es una poderosa fuente de recursos para el fisco en forma descentralizada, lo que permitirá cerrar las brechas sociales.