Estudiantes de los niveles primaria y secundaria de Arequipa, Cajamarca y Lima que ocuparon los primeros puestos en las diferentes categorías del Premio Nacional de Minería Escolar (PNME), fueron galardonados en el marco de la clausura de PERUMIN 37.Sobre el particular, el presidente de este espacio, Tomás Gonzales recalcó que cada edición de este concurso deja algo valioso y en esta oportunidad no ha sido la excepción.“Este año hemos recibido trabajos de estudiantes de 18 regiones y fue realmente emocionante ver la creatividad y el esfuerzo en cada uno de los proyectos”, manifestó.En esta edición, fueron reconocidos por categoría los siguientes alumnos:Categoría Cuento1er. puesto: Leah Gutiérrez – I.E. 40038 Jorge Basadre Grohmann (Arequipa).2do. puesto: Isaías Champe – Herminia Sante Huaroto 22184 (Huancavelica).3er. puesto: Adrián Hilario – IEP Semillas de Shaddai (Lima).Categoría Teatro1er. puesto: Camila Chuquimango – I.E. Nº 82722 El Tingo (Cajamarca).2do. puesto: Sofía Ramos – I.E. Aiapaec (La Libertad).3er. puesto: Abigail Mueras – I.E.P Ecológica Innova (Lima).Categoría Maqueta1er. puesto: Mía Delgado – Colegio Nuestra Señora del Pilar (Arequipa).2do. puesto: José Ruiz – I.E. 3004 España (Lima).3er. puesto: María Bemedo – Colegio Nuestra Señora del Pilar (Arequipa).Categoría Responsabilidad Social y Ambiental en Acción 1er. puesto: Miguel Macavilca – Colegio San Juan Bautista (Lima).2do. puesto: Rodrigo Yapo – I.E. Parroquial José Caruana (Arequipa). 3er. puesto: Jhosep Quispe – I.E 7221 La Rinconada (Lima).Video con mayor visualizaciónIsabella Muñoz – I.E.P. Mariscal Ramón Castilla (Tacna).ReconocimientoEn esta ceremonia, se brindó un reconocimiento especial al autor del libro Coquito, Everardo Zapata Santillana, por su aporte a la educación peruana y los 70 años de la publicación de tan reconocida obra que ha traspasado las fronteras nacionales.En sus palabras, el docente felicitó la labor de PERUMIN 37 por organizar el Premio Nacional de Minería Escolar, una iniciativa que permitió a estudiantes de todo el país plasmar su creatividad a través de cuentos, teatro, maqueta y proyectos de responsabilidad socioambiental.“Antiguamente se decía que la letra con sangre entra y eso a mí me chocaba, no podía aceptar un castigo para un niño que no podía leer. Siempre consideré que la culpa era de algunos libros que no estaban bien hechos”, aseveró.